jueves, marzo 17, 2011

Cabezas parlantes



"Inside job" es la frase utilizada para referirse a un crimen cometido por una persona en una posición de confianza. Es el título que eligió Charles Ferguson para su documental sobre la crisis mundial desatada por los bonos subprime, ganador del Oscar.

Hay un género de documentales que, en lo formal, se repiten una y otra vez sin disimulo. Imágenes aereas, B-roll, time lapses, muchísimo material de archivo, un narrador de Hollywood -Matt Damon en este caso-, efectología de toda clase en entrevistas a cabezas parlantes. Es el caso de "Inside Job", sin duda, un trabajo perfectamente formateado para convertirse en un mega éxito internacional. Y definitivamente lo es.

Pero hay algo que debo reconocer en este caso. Tiene un trabajo de investigación apabullante y, sobre todo, una fenomenal puesta en relato de esa intrincadísima cantidad de información. Tanto es así, que después de verla, uno cree entender perfectamente por qué el mercado financiero se lanzó hacia el abísmo sin paracaídas, sabiendo que, muy posiblemente, caerían sobre una colchoneta de aire. Incluso, cuando esto no sea exactamente así.

Lo realmente atractivo es que revela el flujo de vínculos entre el sector financiero, el gubernamental y el educativo, para caer en semejante crisis. El lobbying para lograr fuertes desregulaciones, con un potente apoyo académico que termina por reflejarse en decisiones políticas que culminan en una catástrofe que afecta a medio mundo y cuyo costo, finalmente, es, en términos economicos, de una cifra similar a la que costaría acabar con el hambre en el mundo entero. De hecho, el slogan marketingero de la pelíclua fue: the film that cost over 20,000,000,000,000 to make. 

Peor aún, luego de ver la película, uno descubre que esas mismas personas, con nombres y apellidos, tienen una pata en cada una de esas esferas. Los lobistas son educadores y funcionarios.

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